Se me antojó soñarte, imaginarte en medio de la noche, sumergido, inmerso en el mundo de mis deseos perdidos. Rescaté la primera y fugaz imagen de una de las primeras tardes de un verano acurrucado en los ochenta. Desde la ventana de mi estudio podía ver la calle… leía y confundía, como de costumbre, mis mentiras con mis verdades, los inventos míos con las fantasías capturadas entre páginas y fotogramas de los extraños libros y películas que me iban atrapando… Leía con pasión pero no sé por qué levante la mirada para perderme en ti… no supe volver… no volví. Conseguí salir a tiempo para que nuestras miradas se conocieran… te dije hola y hola me dijiste… inmediatamente, fue, hasta luego y hasta luego fue… dos horas después no volvimos a encontrar… Apenas podía creérmelo; eras tú, paseando sobre la arena de mi playa…
Hablamos, primero con la mirada, luego con palabras tímidas y torpes… más tarde con el tacto sorprendido… Adoraba tu mirada azul, tu piel dorada por el atardecer, los labios frescos y dulces, tu cuerpo breve, suave, sutil, soñado mil veces…
Nos bañamos tantas veces bajo las estrellas y tantas veces te amé sobre la arena que apenas puedo imaginarte sin el rumor de las olas y el olor del mar. No sé bien si olías a mar o el mar olía a ti… Desde entonces te respiro cada vez que los pasos me llevan al borde de nuestro paraíso.
Un día me dijiste que tenías que crecer, que era muy pronto para ti, que yo te llevaba ventaja y que la vida vista por mi tenía muchas respuestas que tú querías conocer en primera persona… me disculpé contigo, rogué perdonaras mi insensata madurez… Es que se trataba de la edad y yo no fui capaz de verlo… tendrías que haberlo dicho antes… la madurez no sirve para entender ciertas cosas…
Terminé entendiéndote, lo hice cuando dije hasta luego y tú me contestaste adiós…
José Ángel Fernández Díaz
Esperó que la tarde avanzara, que la playa fuera solo para ella… entonces caminó sobre la arena cálida hasta encontrarse con el agua fría que poco a poco abrazó su cuerpo con ilusiones de sirena…
Se sentó a esperar mientras las olas iban en busca de historias y abandonaban susurros a sus pies… sus pies, pies y no cola…Ella quería ser sirena, sirena para siempre, pero las olas eran solo promesas que alimentaban sueños una y otra vez, cada verano… los años se iban llevando la ilusión…
Este verano tampoco… quizá para el próximo serás sirena.
José Angel Fernández Díaz
Es eso, esencialmente es solo una roca… pero hubo un tiempo en que fue mi refugio, el salón de mi hogar… Ha cambiado con los años; pero mucho menos que yo. No sé si me he hecho más duro o más blando, se que nos parecemos un poco… tenemos secretos comunes, siempre míos, eso sí. Sobre su silencio he leído, he hablado para escucharme solo yo, como el buen loco que soy, he amado, claro que he amado, he pescado colas de sueños y, lo mejor, he navegado por mares de estrellas en noches infinitas… he crecido, mi memoria es más ancha y la mirada más blanda… es eso, esencialmente es solo una roca.
José A. Fernández Díaz
Yo te amaba… tu decías que me amabas, pero apenas rozábamos la piel de la calle, las miradas de la gente, ese amor mutaba el gesto… entonces éramos amigos. Eramos amigos cuando la intimidad tenía voz de ausencia, amigos, como si nada… amigos de mentira, para esconder la verdad… ¿Qué extraño juego? … apenas me atrevía a seguir avanzando porque nada se pare ce menos a aquello que llena tanto sitio en el corazón como el de una falsa amistad, una puesta en escena preventiva…
No supe entender… es posible que no quisiera comprender que para ti si bien se trataba de la misma manera de perder el sueño y el apetito, los pasos adelante, tenían que ser clandestinos, como si se tratara de una elación ajena a toda lógica… ¿era nuestro sentimiento una sinrazón? ¿acaso no teníamos derecho?...
Habíamos vencido las barreras ideológicas, éramos todo sentimiento, capaz de vencer la diversidad y no teníamos armas para ser imagen real y no ficción. Robamos a las calles el calor de nuestros abrazos, de manos que se querían para pasear siendo una sola, de besos al vuelo sin vergüenza… Nos robamos libertad para continuar… me encontré con límites que pronto fueron alambradas , y te quería ruidosamente, con un querer que no sabía de susurros o de medias voces; tampoco de oscuridades y anonimatos… te quería a cielo abierto, a viva voz, en público… sin límites…
Tu me querías, eso lo sé, pero admitías los límites, las barreras, la nocturnidad… Y mientras fui fuerte lo intenté; pero el ansía me debilitó, me consumió, me llenó de razones entre lágrimas… por qué no contar al resto del mundo eso que llevábamos en el pecho?...
Mis ideas, mi condición,… Marxista, Republicano, ateo… todo un cúmulo de complicaciones, imposible para contarlo a tus padres… Siempre pensé que con un poco de paciencia hubieran conseguido entenderme… o tal vez no.
Lástima,… lo nuestro terminó cuando aquello que nos unía hubiera sido infinitamente normal, con una clandestinidad justificada; yo encabezaba una lista electoral y tu ibas de segunda en otra… Podíamos haber negociado en profundidad el ir y venir de nuestro Ayuntamiento. Mejor hubieran ido las cosas, mejor. Gobierno y oposición abrazados con pasión … toda una paradoja…
José A. Fernández Díaz
Es fácil, muy fácil. Si tienes uno o dos minutos te cuento como se hace, verás:
Lo primero es mirar bien de qué lado está el poder… ¿Ideología?... eso es para los teóricos que no se saben vestir y que (entre nosotros), dan un poquito de vergüenza… creen en cosas sabes?... Tu solo tienes que decir y hacer cosas que nunca harías si estuvieras en el gobierno o al revés… es como si solo tuvieras buenas ideas cuando estás en la oposición… Cuando te toque gobernar ya te relajas y dedicas tus cuatro u ocho años a buscarte la vida para cuando la “cosa política”, se acabe…
La izquierda está bien siempre que no se la tomen en serio: La izquierda mayoritaria de ahora está bien, es llevadera. No te aconsejo los nacionalismos porque estás obligado a aprender idiomas y tradiciones y puedes meterte en algún lio chungo… Si decides ser de izquierdas light, solo tienes que defender aquellas cosas que molestan a la derecha… No tienes que saber por qué, tu defiende aquello que más molesta a la derecha y a la iglesia. La gente que te vota sabe por qué lo haces aunque tú no tengas la menor idea y no necesita que se lo expliques… nunca sabrán que antes tendrían que explicártelo a ti…
Apréndete algunas buenas frases del Che, de Allende o de Pablo Iglesias, algo de historia, que puedes encontrar en la Wikipedia … de vez en cuando dejas caer alguna de esas frases…. Una rosa roja bien paseada es un acierto y un pin con la bandera republicana es muy revolucionario… si quieres puedes combinarlo con los pendientes y el reloj de moda… eso te convierte en progre, progre…
Suelta cosas como: Cuando gobernemos vamos a ser contundentes y…. eso funciona, porque los votantes no tienen memoria. Habla de tu pasado como si hubieras mamado de las teta de “la Libertad guiando al pueblo” o te hubieran arropado con la tricolor… apréndete la internacional y cántala aunque no entiendas bien a quienes se refiere… En youtube existen unos tutoriales o karaokes increíbles…
Tienes que ser cuidadoso con los que tienen poco interés en crecer dentro del partido, pero se saben de memoria esos libros aburridísimos de política y siempre hablan de marxismo, socialismo, capital, oprimidos, parias… tu diles que si y nunca les lleves la contraria… ellos solo quieren teorizar… Llámales compañeros o compañeras… ¿camaradas?, no, eso está desfasadísimo…
Lo de la iglesia es complicado, aunque en la izquierda light muchos rezan todos los días, van a misa y se arrodillan ante el papa y esas cosas… Tu no dejes claro que crees o no crees… luego en casa haces lo que más te guste. Puedes ver la misa por la tele los domingos…
Ves como no es tan difícil… Si así somos casi todos.
José A. Fernández Díaz
La lluvia, otra vez la lluvia y el viento y los cielos grises, los días cortos… el otoño y luego el invierno…
La lluvia, el rumor del llover manso y fragante, generoso y persistente llenó aquella tarde suya, plagada de ausencias, con ruidosos recuerdos tocando a la puerta de la memoria, con pasión desmedida y desbordante.
Su mesa, al lado de la ventana; la ventana abierta a la naturaleza intensa del exterior… el café oloroso y apetecible mezclándose con la paz interior y las sutiles notas de un adagio, navegando entre las luces austeras de la tarde … maravilloso escenario para explicar a un tremendo papel en blanco las razones por las que el amor duele cuando es egoísta, hasta herir de muerte a quien lo siente latir con una fuerza sin límites.
Había dedicado sus silencios a amar hasta romperse en miserables alegrías e inmensos vacios. Quien sabe como hubiera sido si otra cosa distinta a los silencios hubiera poblado el espacio entre cuerpos, entre el suyo ansioso y enamorado, y el otro deseado y … ¿lejano?... Complicado saber, difícil descubrir como hubiera sido sin intentarlo; pero intentarlo, habría sido matarlo definitivamente, tan solo eso, una forma de alejar lo poco que tenía para disfrutar del placer de su perfume, mitad piel, mitad colonia … compartida… de aquellos suspiros sin dedicatoria o el tono de su voz, el calor de sus palabras … la mirada…
Temía perder lo mucho o poco que tenía, pretendiendo alcanzar un imposible… Encontró que había llenado con el nombre que amaba el espacio tortuoso del papel en blanco…Aurora, Aurora… una y otra vez, hasta rozar el límite y quedarse con ganas de gritarlo por la ventana, atado a un “te quiero”, sin miedo, sin dudas; tan grande como el cielo triste de la tarde…
Tenía una foto sobre la mesa; una foto de grupo… ella estaba allí, sentada sobre la arena junto a los niños que tanto adoraban… ambas, ella y Aurora, miraban al cielo de la primavera sin palabras…
José A. Fernández Díaz
- Vendo Manual de Supervivencia para Corazones rotos, con mucho uso.
- Se agradecen los comentarios... yo también tengo derecho a leer.