Dejó de consumir esperanzas cuando entendió que se había enganchado a la más cruda de las realidades. Esa actitud, ante la vida, había hecho de él un hombre indiferente… un hombre sin hombre dentro y un mal reflejo exterior de lo que pretendían que fuera...
María tenía el mar en su nombre… igual que su madre y aquella abuela materna de la que tantas cosas aprendió y nunca quiso olvidar. Marías las tres, con el mar en el nombre y en las ganas … La abuela María nació y murió, en aquel lugar, donde, entonces,...
Puede, amor, que pienses que la mirada de un poeta está hecha de filtros para leer el mundo como si no hubiera mas que sueños y luego hacer con las palabras el relato de un lugar que los demás no pueden ver. Puede, amor, pero la verdad es que cuando las...
Condenado a arder en los inviernos, con calores de artificio o cale-facciones de otros mundos, me resigné a pasar de la mejor manera fusible, el tiempo que media entre el principio del otoño y el final de la primavera… Ella venía de parte del señor que...
Amanecía y allí nos encontramos. Llevaba conmigo algunas copas de más y una frase que repetía y repetía, con la intención de colocarla entre un par de versos que me había dejado en casa. Perturbado por los despertares ajenos, no hago otra cosa, cuando...
Me gusta comenzar cosas y dejarme tirado, esperando a que me reprochen el final. Me gusta bailar para adentro, como cuando respiro. Me gusta ahorrar tiempos muertos y dilapidar ausencias. Me gusta sentarme a oler el rumor de los libros. Me gusta morder...
La soledad no es cosa de quienes no tienen compañía. La soledad es un amasijo de piezas que, aparentemente, no sirven para construir cosas útiles. Pero para cierto tipo de espíritus la soledad es un espacio necesario e imprescindible… Cuando se encontraron,...
Con poco que hacer y demasiados pensamientos e ideas circulares pululando por mi cabeza, me fui a la calle; ese lugar maldito donde la vida nos hace felizmente anónimos y donde nada o casi nada tiene límites. Me tortura la idea de ser perseguido pero,...
Cuando se encontraron el traía dos veces y media la edad con la que ella se paseaba bajo las luces y oscuridades de la realidad en que se morían los sueños … sueños cansados de esperar a ser algo mas que la anécdota de un viaje al país de las cosas inventadas....
No fue hasta la tercera cita cuando confesó, el confesó, que en realidad estaba convencido que ella era fruto de una recurrente imaginación, acorde a una vida con miedo al camino de ida de los días… Convencido de que Carolina no era de verdad, se permitió...
Ella se sorprendió cuando escuchó hablar a un hombre que solo, al pie de un árbol herido de otoño, miraba al fondo de la nada… -“Odio cosas. Odio las cáscaras vacías que crujen con el peso de la lógica y miradas insanas que no se soportan a si mismas…....
Los latidos, las ganas, los pasos… Acompasada la mirada y el despertar. Y puede que la próxima primavera; esa que siempre está por venir, haga de un año cualquiera, el año de los deseos hechos realidad. Puede que así sea. Pero aquella mañana, cuando Julia...
Dame una razón para desarmar mi dispositivo de autodestrucción y si aciertas te regalo una flor. Si no aciertas yo sigo con lo mío; a golpes con la sincronicidad entre el juguete roto dentro del que vivo y el apocalipsis encerrado en mi cabeza. Si me...
Los poetas nacen y se hacen. Es por eso que, cuando no encuentran razones o motivos, la poesía se muere… Aquella ciudad, en la que había aprendido a vivir, tenía un poco de todo y las cosas de cada día tenían cierto aire de normalidad que, en realidad,...
Y diciendo, “en tus manos encomiendo mi espíritu”, se dejó caer, de un tirón, un baso largo de agua de fuego, sin hielo ni otra compañía, en la boca con la que una o dos horas antes, había intentado besar a la ´última mujer de su vida. Justo después comenzó...
¿Cuánto tiempo hace?... ¿Cuántos años, meses, días?... ¿Cuánto espacio?... Media, entre aquellos viejos tiempos, nuevos, siempre que uno quiere, lo que dura un segundo… o menos. El tiempo, corazón, en que la memoria los trae a mi. Aquellas tardes de paz...
Me gusta recordarte y recordarme… como si estuviéramos sucediendo, como si no fuera solo memoria y nostalgia. El tiempo nos ha herido con soles y lunas, también alguna borrachera compartida y muchos sueños comunes… Para cuando me dejaste había aprendido...
Ella encontró que él llevaba: Un diccionario de palabras para decir al oído. Un lápiz para escribir el final de los sueños, sobre la paz de las nubes. Una copa para dos. Una cuchara para dos. Una linterna para alumbrar el camino de regreso. Un juego de...
Me despertó la idea de que un mundo mejor es posible. La esperanza tiene cosas que he ido perdiendo por el camino. Parece que la lluvia otra vez, hará de este día un día igual a los días diferentes. Me gusta la lluvia cuando no se le espera, me gusta...
No sé bien si estoy despierto. Supongo que si. Escucho la lluvia y los pájaros algo excitados. Celebran algo. Me temo que se trata de la llegada de un nuevo día. Y yo estoy aquí para verlo. Supongo que eso es bueno… bueno. Estoy despierto. Me he dado...
Ayer no fue ayer… Hace dos días que duermo… La cuenta atrás se rompió. La vida tiene, hoy, una curiosa luz. He dejado de ser yo para comenzar a ser solo la memoria de lo que fui… Para seguir adelante me hace falta que vuelva la vida. Pienso en la autodestrucción....
Puede que una tarde de esas, donde la lluvia hace del tiempo una cadenciosa y lenta sinfonía de grises, con tendencia al cielo menos cielo de cuantos sea posible imaginar… puede que hubiera sido una de esas tardes donde apenas importan las horas y es...
Se me estaba olvidando a que sabia el amor una tarde lluviosa de domingo… Se me olvidaba, casi sin remedio, hasta que sucedió. Llegaste con la mirada tan tuya, esa que siempre me gustó ponerme para soñar y, comencé a quitarme, sin mediar palabra, una...
Decidido a prescindir de los días de lluvia, se dio un respiro entre ceja y ceja, con una bala de fogueo. Escupió al aire con tanta precisión que terminó por herir de muerte un rayo de sol trasnochado e incauto, aburrido como una tarde de tordos. Aterido...
¿límites? ¿De Dónde quieres escapar? ¿A dónde quieres ir? ¿Fronteras? ¿De qué están hechas tus barreras? ¿De quién quieres huir? ¿Muros? ¿Conoces la cara del carcelero? ¿Sabes el nombre del dueño de la llave? ¿Cárceles? ¿Tienes amigos en el patio? ¿Conoces...
- Vendo Manual de Supervivencia para Corazones rotos, con mucho uso.
- Se agradecen los comentarios... yo también tengo derecho a leer.