Dame uno de esos que te quitan los sentidos y te desorientan, que te hacen enloquecer hasta escuchar voces en el interior de los pensamientos.
Dame uno con sabor a fresa fugaz.
Dame uno bajo la lluvia de los días que nadie tenía previsto ver llover.
Dame uno de esos que revolucionan las ideas e inventan rimas entre una y otra estrella fugaz.
Dame uno con sabor a desilusión.
Dame uno bilingüe, invasor de cielos conquistados por nubes con forma de pájaros sin norte.
Dame uno con sabor a dos.
Dame uno inflamado de pasión y versos de amor desesperado.
Dame uno de cada.
Dame uno que no sea tuyo y uno tuyo que termine siendo mío.
Dame uno que sea beso con sobrepeso.
Dame uno rotundo y lirondo, mondo y cachondo.
Dame uno para variar y dos para volver a la realidad.
Dame uno con la voz y otro con la imagen … yo monto la película.
Dame uno mas y uno menos.
Dame uno solamente una vez, quizás, quizás … quizás.
Dame uno para relamerme de disgusto.
Dame uno con tu pupila clavada en mi pupila.
Dame uno con sabor a piel herida.
Dame uno con voz y voto.
Dame uno dotado de un preocupante tic-tac traicionero y definitivo.
Dame uno con lengua.
Dame uno sin lengua.
Dame uno si quieres recuperar el habla.
Dame uno y te dejo volar.
Dame uno por el amor de dior.
José A. Fernández Díaz