No han sido nueve meses, no… han sido casi dos semanas de cólicos y ganas de morir…
Yo no te quería. Supongo que te he hecho a imagen y semejanza de mis peores pesadillas…
Me has dolido y me sigues doliendo… acaso no vienes solo?
Tenía ganas de mirarte a la cara y decirte cositas en mayúscula, cabronazo.
Por ti, por tu culpa he probado días enteros en la cama sin dormir y noches inmensas empujando para que vieras la luz…
Casi consigues que me hiciera unas vacaciones de otoño en el hospital…. Casi.
Y ahora que te veo… mierdecilla… me resultas tan feo como el dolor que te parió…
Me has dejado, eso si, una última y terrible sensación… una sensación que aún dura y un dolorcillo inquietante… ¿es que no querías salir?...
Yo no te quería… como te iba a querer si me has mordido ferozmente las entrañas y me has llevado de la mano a pasear por el infierno dos docenas de veces o algo mas… ¿te hago un mapa?...mira que me lo conozco bien … gracias a ti.
¿Qué voy a hacer contigo?... ¿para qué me sirves?... Para recordar tengo estos días muertos, plagados de calmantes en vena y litros de agua… pinchazos a lo largo de mis brazos y manos y algunos kilos de menos…
He decidido ponerte un nombre… te lo mereces… déjame pensar… dame tiempo… no es fácil hijo puta…
Mañana será otro día.
José Angel Fernández Díaz